El sector del juego online en Colombia representa aproximadamente el 0,18% del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2024, según datos de la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar (Fecoljuegos). Este porcentaje contrasta con estimaciones erróneas que sugieren una participación del 4,5%, resultado de interpretaciones incorrectas del concepto de «ingreso neto» versus «volumen de apuestas». La diferencia clave radica en que el volumen de apuestas refleja el dinero total apostado, mientras que los ingresos reales para los operadores son el monto restante después de pagar premios.
Volumen total de apuestas en plataformas digitales: más de $45 billones en 2024.
La cantidad de dinero apostado representa el flujo bruto, no ingreso neto para los operadores.
Ingreso neto estimado del sector en 2024: aproximadamente $2,9 billones.
Aporte obligatorio al sistema de salud pública: 15% del ingreso neto, es decir, aproximadamente $436 mil millones.
El impacto directo del juego online en la economía colombiana, medido a través de su ingreso neto, es sustancial y verificable, contribuyendo con recursos importantes para el sistema de salud y otros fines públicos. No obstante, su participación en el PIB es modesta en porcentaje, reflejando que la mayor parte del volumen de apuestas no se traduce en ingresos para los operadores, sino que se redistribuye en premios a los jugadores.
Colombia se ha consolidado como pionero en regulación de juegos online en América Latina, promoviendo la formalización, protección del consumidor y la canalización de recursos hacia fines sociales. La transparencia y la legalidad son pilares fundamentales del sector, y las cifras oficiales, como las aportaciones al sistema de salud, evidencian su contribución real y verificable.
El sector del juego online en Colombia, aunque de tamaño relativamente pequeño en porcentaje del PIB, realiza una contribución concreta a la economía y al bienestar social a través de aportes fiscales y de salud pública. La correcta interpretación de las cifras, diferenciando entre volumen de apuestas y ganancias netas, es esencial para evitar percepciones distorsionadas y promover un debate informado y constructivo sobre su rol en la economía colombiana.